crónicas flamencas en la prensa de siglos pasados

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jueves, 30 de enero de 2014

¡Grande Félix!

Aunque siempre discutíamos mucho y pocas veces estábamos de acuerdo, Félix Grande era un hombre muy afable. El pasado verano compartí con él unos días en Santander y no me separé de su vera. Hablaba de Tomelloso, imitando el acento, con una gracia que nos desternillábamos. Una pérdida Grande. Un militante del flamenco allí donde iba. Nos queda su obra, como poeta, y también como investigador.

Pekín 2007
Descansa en paz

8 comentarios:

  1. Lo siento, no sabía que estaba tan enfermo.
    Mis condolencias a su familia y amigos.
    ¡Descanse en paz!
    Un abrazo.

    Mari Carmen.

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    1. Si, pero en Santander no lo encontré mal, débil y un poco envejecido pero con el ánimo como siempre. Una gran pérdida. Era un buen amigo y siempre muy cariñoso con los que nos dedicábamos a esto de investigar el flamenco.

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  2. D. E. P. Félix una perdida grande en la poesía buen escritor amante de arte flamenco aunque siempre tenia un ' pero por medio' también un buen tocaor aunque en esta faceta no era muy conocido.

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    1. Siempre decía que cuando vio tocar a Paco la primera vez decidió dejar de tocar. Era una gran persona y poeta, e hizo mucha afición, que eso también es importante.

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    2. Faustino el Anónimo soy yo Paco que no se todavia como puedo poner mi nombre, el nombre y apellido no lo pongo porque cuando lo escribo me contestan de Cataluña.

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    3. No hace falta que lo digas Paco, te tengo controlado. Si vas a la pestaña nombre/URL ahí pones tu nombre nada más y ya está. Un abrazo.

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  3. Me sumo a la tristeza de su pérdida. Tenía cerrada su participación en el documental de Magandé. Nadie me lo va a contar a cámara, como lo haría Félix, qué pasaba por la mente de un gitano esquizofrénico. Ha sido una suerte leerle y disfrutar de sus enseñanzas. Gracias por recordarle. Un abrazo.

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    1. Como él decía las cosas es verdad que pocos pueden, aunque lo que dijera fuese en ocasiones un tanto... Pero siempre recordaremos esa gravedad con la que hablaba en las conferencias, el tempo, lentísimo, que ponía a sus charlas dramatizadas. Un abrazo

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